miércoles, 6 de mayo de 2015

La esperanza a pesar de la muerte.

La esperanza a pesar de la muerte!

Si, lo leíste bien, la esperanza a pesar de la muerte. Y parece que es algo realmente ilógico pensar en algo bueno en medio de un momento tan fuerte como es el fallecimiento de alguien querido y cercano o de cualquier ser humano.

Déjame decirte que para el hombre y la mujer de Fe hay una promesa de Dios hecha para ti y para mi, la vida eterna! esa vida delante de Él, esa vida donde no falta nada porque todo lo tenemos frente a Dios. La esperanza de resucitar como Jesús lo hizo, y resucitar en la perfección y vivir eternamente.

Pero sin lugar a dudas en la parte humana nos duele la muerte pero sólo la Fe te hace afrontarla con esperanza. Miremos a Jesús en su parte humana y la promesa que el nos da de la vida eterna.

En Juan 11:35 leemos " Y lloró Jesús " esto a mención de que Jesús estaba donde las hermanas de Lázaro, que a la postre lo resucito, y ahí viendo a María hermana de Lázaro y a todos los que estaban llorando dice la palabra de Dios, que Jesús se conmovió en espíritu y se turbó. (Juan 11:33) y por ello lloró.

Jesús sintió lo mismo que tu y yo cuando perdernos a alguien, lloramos por la separación por aquel golpe tan fuerte que de la muerte y hace que nos aturdamos. Llorar en esos momentos no es falta de fe, es efecto de amor. Y Jesús, en su naturaleza humana, experimentó lo mismo que tu y yo frente a ese momento de dolor.

Más Jesús no sólo nos enseña la parte humana, sino la esperanza divina a través de lo que el nos dice "Dícele Jesús: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?." Juan 11,25-26.

Nuestra esperanza está en que sí creemos en Jesús el Hijo de Dios viviremos eternamente y que la muerte no existe para el cristiano. Porque al final tenemos un Dios de vivos y no de muertos. La ausencia del cuerpo es momentánea, porque Seremos resucitados por Dios.

Debes de tener claro algo, aquellos que murieron aceptando a Jesús como Señor de sus vidas y arrepintiéndose de sus pecados, dalo por un hecho que están en el cielo gozando de la presencia de nuestro Señor, como tu y yo lo haremos si también lo hacemos.

Reflexionemos juntos y pensemos que al final el cuerpo se queda, pero el espíritu es llamado hacía a Dios y ahí frente a Él, ¿ Cómo  nos presentaremos, justos o injusto? Pensemos y aceptemos  a Jesús en nuestras vidas a través de su Palabra.

Te abrazo!

Bendiciones.

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