"Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración”
Romanos 12:12
Cuentan de este individuo que abordó un avión para viajar a Nueva York. Un niño entró buscando su asiento y se sentó justo al lado suyo. El niño era muy educado. Y pasó el tiempo coloreando en su libro de pintar.
No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión. El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia. De momento una sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento.
¿Cómo lo hacía?, ¿Por qué su calma? Hasta que una mujer frenética le preguntó:
– Niño: ¿no tienes miedo?
– No señora”, contestó el niño y mirando su libro de pintar le dice: -“Mi padre es el piloto”.
15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!.
Romanos 8:15
No hay comentarios:
Publicar un comentario