viernes, 24 de abril de 2015

Un hijo mejor que el otro, será?


Es bueno comparar a nuestros hijos?


Comparar a nuestros hijos no siempre es lo mejor que podemos hacer. Las comparaciones nunca serán tan agradables si lo hacemos con el afán de disminuir la persona de tu hijo.


Cuando tu comparas a tu hijo ya sea con un amigo, conocido o hasta con sus propios hermanos utilizando frases como: "Aprende de... o eres un flojo,  mira como tu hermano o el primo...." En un afán de hacerlo sentir inferior y nosotros recalcando su fallas lo único que causamos en ellos es rebajar su personalidad y el que siempre estén comparándose con alguien para satisfacer su vida y en el peor de los casos satisfacer la de los papás con frases como las de "Mira hoy si superé a mi hermano o a mi no me pasa lo de mi primo, etc".


Al utilizar adjetivos calificativos negativos a nuestros hijos los estamos juzgando y etiquetando, con ellos lo único que hacemos es limitar su capacidad de desarrollo.


En lugar de comparar invita a superar, y este proceso se realiza primero sabiendo que Dios hizo a tu hijo único y especial a la imagen y semejanza de El, tal y como lo dice en su palabra en el libro de Génesis 1:27. Resalta los valores y virtudes de tus hijos, dale a notar lo valioso que es y las áreas de oportunidad donde debe de crecer.

Así alimentando por ti en la autoestima y en el amor de Dios tu hijo buscará siempre el camino del crecimiento en base a una sólida autoestima consolidada en saber que nuestro Señor Jesús está siempre bendiciendo y acompañando su vida. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario