Sal. 147,3.
Cuáles son las heridas de tu vida? Ya están sanadas? Dos primeras preguntas que nos hace reflexionar que pasa en nuestra vida.
Todos de una manera u otra hemos causado o tenido heridas, algunas han quedado grabadas en el corazón y van de manera silenciosa acabando con nuestra esperanza. Dios tiene el poder de sanar todas las herida, TODAS, hasta aquella que piensas que ni El puede hacerlo. Pero entonces qué necesitamos?
La palabra de Dios es clara,tenemos que quebrantarnos, es decir, dejar el orgullo, la soberbia, la falsa apariencia. tenemos que doblarnos, reconocer que nosotros no tenemos capacidad para sanarnos por nosotros mismos, sino reconocer que aquél que murió en la cruz por obediencia al Padre y amor a nosotros tiene ese único poder.
Si ya estás cansado o cansada del dolor que tienes en tu corazón te invito a que dejes de mirar la herida y mucho más a las personas que te las pudieron ocasionar, ahora mira a Jesús, reconoce que tu y yo fallamos pero que El entregando su vida por nosotros nos justificó ante el Padre y podemos llegar confiados a su presencia.
Deja que Dios sane tus heridas, su palabra es clara, vendaré las heridas a los quebrantados de corazón.
Que Dios te bendiga y llena tu vida de Mucha luz!
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